PV-1, Estructura #5

Decidí excavar en este montículo porque la recolección de artefactos obtenida de la superficie había rendido abundantes fragmentos de incensarios y cerámica decorada de la fase Aztatlán. Por eso, me pareció probable que este montículo (Figura 1-5-1) había sido el lugar de algunos ritos importantes durante la fase Aztatlán, posiblemente relacionados con enterramientos.

En la temporada de 1990 logramos excavar tres cuadros contiguos de 2 m por lado, en la forma de una L (Figura 1-5-2). En el primer cuadro, a la profundidad de 20 cm., encontramos un área redonda de tierra y grava suelta en la orilla oeste del cuadro. Quitamos el depósito adentro del área (unidad #1) hasta llegar al fondo de un pozo 1.10 m en diámetro y 80 cm. de profundidad. Pareció ser un pozo intruso al depósito prehispánico. Después, seguimos excavando el resto del depósito en este cuadro hasta la profundidad de 1.60 m hallando tiestos y figurillas de varias fases prehispánicas. (Figura 1-5-3).

A la profundidad de 30 cm. a 40 cm. en la orilla oriente del cuadro, hallamos un incensario en la forma de un sartén, volteado boca abajo y fracturado (Figuras 1-5-4). Afortunadamente, fue posible encontrar casi todos los fragmentos de esta pieza para reconstruirla. Se trata de un incensario de decoración Aztatlán Rojo/Bayo, con el mango hueco, y 10 bolitas de barro adentro del mango para hacerlo servir de sonaja (Figuras 1-5-5 y 1-5-6).

Es probable que esta pieza haya sido una ofrenda ritual, y tal vez fue depositado con algún entierro. Hallamos 16 huesos y fragmentos de algunos dientes que parecen ser humanos en este lugar de la excavación, y debajo de este nivel, hasta la profundidad de 70 cm., hallamos 179 fragmentos de huesos y 37 fragmentos de dientes, supuestamente humanos. Los huesos y la ofrenda habían sido severamente dañados cuando el dueño del terreno aró el lugar con unos discos grandes en preparación para sembrar chiles.

En los 70 cm. superiores del depósito hallamos abundantes tiestos de la fase Aztatlán, incluyendo muchos fragmentos de incensarios, así como algunos tiestos de otras fases. Además, hallamos fragmentos de arcilla quemada, posiblemente de un piso que existió en este lugar.

Debajo del nivel de 70 cm., no hallamos cerámica Aztatlán, y la mayoría de tiestos diagnósticos hasta la profundidad de 1.10 m pertenecen a las fases Amparo y Llanitos. Y debajo de la profundidad de 1.10 m los únicos tiestos diagnósticos identificables pertenecieron a la fase Ixtapa Temprano.

Al terminar la excavación del primer cuadro, abrimos un segundo cuadro adyacente al oriente del primero. De este cuadro solo guardamos tiestos de posibles ofrendas, o de algún significado especial, así como los huesos y las conchas. En este cuadro, al nivel de 30 cm. a 40 cm. hallamos gran parte de un cuenco trípode con soportes huecos (tipo sonaja) y decoración tipo Aztatlán Rojo/Bayo Inciso (unidad #3) (Figuras 1-5-7 y 1-5-8), junto con tiestos de por lo menos el 20 % de un incensario con decoración tipo pastillaje apliqué con impresiones de dedos sobre una tirita apliqué en el cuello.

Siguiendo hacia abajo, hallamos gran parte de un cuenco chico del tipo Aztatlán Rojo/Bayo y con un soporte anular. De este mismo nivel obtuvimos 78 fragmentos de huesos probablemente humanos, 12 de los cuales estaban asociados directamente con la vasija de la unidad #3, más 33 fragmentos de dientes humanos.

En el rincón noroeste del cuadro #2, a la profundidad de 50 cm., hallamos un tiesto grnde de un incensario apliqué, así como un cajete o taza muy chica y burda, sin decoración. Terminamos la excavación de este cuadro a la profundidad de 60 cm., pero en el nivel de 40 cm. a 60 cm. encontramos 14 fragmentos de dientes humanos.

En seguida, abrimos un tercer cuadro, esta vez adyacente al sur del segundo cuadro (Figura 1-5-7). En este cuadro, a la profundidad de 50 cm., hallamos aproximadamente el 70% (56 tiestos) de un incensario con protuberancias tipo apliqué en la forma de picos (unidad #4) (Figura 1-5-9). Fue posible armar 52 de los fragmentos en el laboratorio, resultando en la reconstrucción de un incensarios cilíndrico que midió 51.5 cm. de altura y 24. 2 cm. de diámetro en el exterior (Figura 1-5-10).

En la temporada de 1991, excavamos un cuarto cuadro en la estructura #5, así completando un área excavada de 4 m por lado. Excavamos tres niveles adentro de este cuadro: 0-30 cm., 30-50 cm., y 50-70 cm en busca de más restos de entierros y ofrendas de la fase Aztatlán. Desafortunadamente, no hallamos restos de ofrendas que pudimos usar para armar vasijas completas, aunque sí obtuvimos una muestra amplia de cerámica Aztatlán, así como varias navajas prismáticas de obsidiana de la misma fase.

Como en el caso con los otros cuadros excavados, encontramos cerámica de fases anteriores a la fase Aztatlán, incluyendo fragmentos de varias figurillas sólidas de la fase Ixtapa Temprano, entremezclados con el material Aztatlán. Una de estas figurillas fue muy grande, midiendo más de 15 cm. de la cintura hasta los pies, y es muy parecida a una que encontré en la capa superior del sitio #17 en el municipio de San Blas, Nayarit (Mountjoy 1970).

Una muestra de carbón en asociación con el material Aztatlán de la profundidad de 50 cm. a 70 cm. en el cuadro #4 fue analizada. Esta muestra (Beta #62399) dio el resultado de 1170 d.C. a 1275 d.C. calibrada a la confianza del 95%.

Un total de 18 navajas prismáticas de obsidiana, en los mismos niveles que, y asociadas con, la cerámica Aztatlán, fueron sometidas a análisis químico por activación neutrónica en la Universidad de Missouri para identificar el fuente de procedimiento del material. Resulto que la obsidiana de 12 navajas procedió de Las Joyas, Jalisco; 3 de Ixtlán del Río, Nayarit; y 3 de fuentes desconocidas.

Me parece que el lugar de este montículo fue utilizado primero en la fase Ixtapa Temprano, y siguió habitado hasta la fase Llanitos, cuando fue construido la plataforma inferior que hallamos en la estructura #1. Entonces, en la fase Aztatlán, cuando parece que la plataforma inferior de la estructura #1 fue tapada por un montículo grande de tierra, gente de la fase Aztatlán utilizó este lugar (estructura #5) para un panteón para enterrar gente elite. Aprovecharon una lomita natural sobre la cual pusieron los difuntos con sus ofrendas y los taparon con tierra extraida de otro lugar cercano que tenía tiestos de fases anteriores. Posteriormente, como en todo el sitio de Ixtapa, hay evidencia de habitación durante la fase Banderas.

Figura 1-5-1

Figura 1-5-2

Figura 1-5-3. Tiestos #1-#4, de incensarios Aztatlán; #5-#13 Aztatlán; #14-#18, Amparo; #19, figurilla de tipo desconocido; #20, figurilla Mazapán; #21, figurilla Amparo; #22-#24, figurillas Llanitos; #25-#26, figurillas Ixtapa Temprano.