PV-63 (La Boca del Arroyo Veladero)

     Este sitio se encuentra en un parejo alto en donde el arroyo Veladero se junta con el arroyo San Sebastián.  Habíamos inspeccionado el lugar porque pareció ser un buen lugar para un asentamiento prehispánico, pero sólo hallamos un ranchito moderno, careciente de restos prehispánicos.  Unos días después, un señor de Las Palmas me platicó de un hallazgo arqueológico que él realizó en este mismo lugar.  Según él, el dueño de esta propiedad halló unas piedras clavadas en un ceboruco que estaba en una mesita más elevada en la colina que el rancho moderno.  El dueño entonces avisó a unos de los hombres que habían trabajado con el Sr. García, pidiendo que algunos de ellos vinieron a investigar la estructura.

     En la excavación de la estructura, descubrieron de 10 a 20 “cántaros grandes” con huesos humanos adentro, y los cántaros tapados con “apastes”.  Se hallaron los cántaros muy apegados, de 50 cm a 1 m de distancia uno a otro, y estaban enterrados con la boca a 1 m de profundidad debajo de la superficie.  El diámetro de unos de estos cántaros fue muy grande, “más grande que el tamaño de un sombrero”.  Los huesos encontrados adentro no estaban quemados, y no hubo ofrendas acompañándolos.

     El lugar de este hallazgo quedaba de 15 m a 20 m de un árbol grande, arrayán, que está localizado en la mera orilla de la mesita.  Esta excavación se hizo hace muchos años, y según mi informante “ya no se ve nada”.  Esta situación es muy común.  Sin informantes locales sería imposible reconocer muchos lugares como sitios prehispánicos, y mucho menos tener una idea de la importancia de estos sitios, o saber de las cosas encontradas en ellos por saqueadores.  Por esto, es crítico rescatar esta información antes de que se mueran las pocas personas que se quedan que tienen conocimiento de hallazgos como estos.

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